No queda mucho de invierno, pero aún estás a tiempo, si tienes ganas, de hacerte alguna mejora en tu piel.
Las claves básicas para una piel bonita son la limpieza, la hidratación y la fotoprotección. Sabes que aunque la intensidad solar en estos días no sea tan fuerte como en verano, te recomiendo igualmente usar protector solar a diario, sencillamente por un motivo estético. Así retrasarás el envejecimiento de la piel, la aparición de manchas y arrugas (además, obviamente del cáncer de piel).
Independientemente de esta rutina básica, hoy me apetece compartir contigo los tratamientos complementarios que pueden transformar tu piel (a mejor, por supuesto) y que son idóneos para esta época del año.
Iniciate en los retinoides
Hablas leído y oído hablar maravillas del retinol o el ácido retinoico. Se trata de una molécula en cierto modo «transformadora» de la piel, que acelera la regeneración de sus capas más superficiales (limitando la aparición de manchas, dejándola más finita y brillante), y estimulando la producción de colágeno en la dermis (lo que previene y mejora las arrugas finas).
Siempre sin esperar milagros, pero es importante saber que los retinoides son los activos antienvejecimiento (junto con la protección solar) más demostrados científicamente. Por esto, si quieres optimizar tu rutina, no dudes en pedir consejo dermatológico para introducirlos ya.
El inicio del tratamiento con retinoides (retinol en menor medida que el ácido retinoico) puede irritar la piel, ponerla un poco roja y causar descamación. Por todo esto, el invierno es el momento óptimo para que tu piel se acostumbre al tratamiento y poderlo continuar ya de forma indefinida (incluso en verano, en contra de lo que se suele creer).
Puedes leer más acerca de los retinoides en este artículo que escribí hace algún tiempo.
Si quieres consejo cosmético o saber qué productos y cómo usar en un tu caso, puedo asesorarte aquí.
Elimina las manchas
Si tienes alguna mancha en la cara, es conveniente que sea valorada por un dermatólogo. Lo normal, es que se enfoque de dos maneras diferentes según el tipo, pero ambas idealmente en invierno:
· MELASMA: se trata primordialmente con cremas y cosméticos despigmentantes, asociados a la fotoprotección. Los más efectivos (hidroquinona), dado que son ligeramente irritantes, es perfecto usarlos en esta época. Puedes leer más sobre esto en este enlace sobre melasma.
· LÉNTIGOS SOLARES (fotos): son las manchas que solemos llamar «de sol», fruto del envejecimiento de la piel, típicamente aparecen en la cara y las manos. Pueden eliminarse con láser Q-switched o luz pulsada (IPL) sin apenas molestias.
Trata tu acné y las cicatrices
El invierno es el momento perfecto para tratar el acné de la forma más definitiva que tenemos, la isotretinoína (Roacután). Este tratamiento afina la piel durante el mismo y la hace más sensible ante el sol, por lo que (aunque sí puede usarse durante el verano), el invierno es la época perfecta.
Si tienes cicatrices de acné, además, estas pueden mejorarse mediante láseres fraccionados (ablativos y no hablativos). Con estas técnicas, es recomendable evitar la exposición al sol, así que si te lo planteas, este es el momento también.
Si ya estás tratando tu acné con isotretinoína, actualmente sabemos que no es necesario que esperes a terminarlo para iniciar un tratamiento para las cicatrices.
Renueva tu piel
Si siente la piel apagada, con textura irregular y quieres darle algo de luz, te puede interesar hacerte un peeling, sobres los que te hablo en este enlace. Si te animas, también es importantísimo evitar la exposición solar en los días siguientes al tratamiento, así que, ¿qué momento mejor que el invierno?
¿Te animas a alguno de estos tratamientos?
Podemos hablar de ello en la consulta u online, como prefieras.