Las personas que padecen dermatitis atópica tienen una piel que podemos etiquetar de «defectuosa». Algunas proteínas de su capa más superficial no funcionan adecuadamente y esto hace que la barrera epidérmica sea más vulnerable. Además, los mecanismos de la inflamación de la piel no están del todo ajustados. Así, la combinación de estos dos factores hace que aparezcan los brotes de dermatitis en forma de eczema (piel roja y descamada, que pica). En este enlace puedes leer más acerca de las causas de la dermatitis atópica.
Exiten alguna medidas básicas en el día a día de las personas con dermatitis que vamos a repasar a continuación:
La crema hidratante es tu mejor aliada
La piel con dermatitis atópica, tiene su manto lipídico alterado, lo cual hace que se pierda agua a través de su superficie con mayor facilidad que en una piel no atópica. Las cremas emolientes ayudan a reponer el manto que por naturaleza es defectuoso, haciendo que se retenga más fácilmente el agua y disminuyendo las probabilidades de inflamación en la zona.
Sin embargo, si tienes dermatitis, sabrás que la crema hidratante sobre las zonas rojas y descamadas te escuece un montón. ¿Cómo actuar entonces? Pasemos al siguiente punto.
Tratamiento: cuanto antes, mejor
Si la piel está descamada, roja y/o pica, es probable que no sea piel sana, sino que ya tenga cierto grado de inflamación; es decir, que sea un brote de dermatitis.
En este momento, la crema hidratante no es capaz de revertir la inflamación que está ocurriendo, y al estar la superficie cutánea alterada, el contacto con los componenetes de dicha crema generan molestias.
Lo interesante en este punto es reducir la inflamación y para ello nada mejor que medicamentos como los corticoides o los inhibidores de la calcineurina. Cuanto antes los apliques, menos durará el brote, menos molesto estarás y más fácil será atajar el problema.
Ducha o baño: no hay reglas fijas
En muchas ocasiones he oído aconsejar duchas frente a baños, así como disminuir la frecuencia de los mismos. Le realidad es que en la actualidad aún no hay evidencia científica clara acerca de lo que es mejor, y no hay motivos para desaconsejar una cosa o la otra.
En general, podemos hacer lo que nos haga sentir más cómodos en términos de higiene. Lo importante es aplicar crema hidratante siempre después de la ducha o el baño pues (esto sí se ha demostrado) ese es el mejor moento para ello. Aplicando el emoliente después de retirar la mayoría del agua de la superficie cutánea pero estando está aún húmeda, se consigue una retención mayor de la hidratación y una mayor efectividad del producto hidratante que estamos usando.
Cosméticos perfumados: cuantos menos mejor
Las personas con dermatitis atópica, tienen un mayor riesgo de sensibilizarse a ciertas moléculas, es decir de hacerse alérgico a ellas. No estamos hablando de alergias que provoquen asma o urticaria, sino a dermatitis alérgica de contacto. Las personas con alergia de contacto desarrollan eczemas (brotes de dermatitis) similares a los de la dermatitis atópica tras el contacto con alguna sustancia en concreto (metal, colorantes, tintes, conservantes….).
Los perfumes están presentes en un montón de cosméticos. Sabiendo que, si tienes dermatitis, el riesgo de desarrollar alguna sensibilización es mayor, en general es recomendable usar productos poco perfumados con el fin de evitar esta complicación.
Si no mejoras, habla con tu dermatólogo
Puedes haber seguido estas pautas con todo el rigor del mundo. Puedes haber aplicado hidratante diariamente y tratados tus brotes con disciplina justo tras su aparición y aun y todo ves que no mejoras, que la piel te pica y el tratamiento no te ayuda.
En tal caso, habla con tu dermatólogo. Lo más probable no es que lo estés haciendo mal. Sencillamente hay casos de dermatitis atópica que no pueden manejarse solo con cremas. Afortunadamente existen otras opciones de tratamiento que tu dermatólogo puede explicarte. El objetivo es evitar la inocomodidad y el picor para que estos tengan la mínima repercusión en tu calidad de vida y que te encuentres bien, que es lo realmente importante.
