Protección solar en los niños

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A día de hoy se sabe que la quemaduras solares en la infancia son un factor de riesgo importante para tener cáncer de piel en la edad adulta. Por eso, la protección solar en los niños es de vital importancia si queremos evitarles un cáncer cuando sean mayores.

Es importante destacar que, aun siendo los fotoprotectores un arma extremadamente útil para protegerlos del sol, no son 100% eficaces en todos los casos, ni evitan 100% el riesgo de quemaduras solares. Por esto se recomienda, además de las cremas, utilizar otros métodos de protección como sombrero, gafas de sol o camisetas.

Es recomendable que los niños utilicen un gorro, camisetas y gafas de sol además del protector solar

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¿Cómo ELEGIR UN FOTOPROTECTOR para los niños?

niñosEn general, en niños menores de 6 meses no se recomienda utilizar  ningún tipo de fotoprotector.  A esa edad la piel de los bebés es aún inmadura y estructuralmente más fina de lo normal, lo cual podría provocar que algunos sustancias químicas de los fotoprotectores se absorban. Por esto, en bebés se recomienda, no exponer a los niños directamente al sol y solo si es preciso, aplicar algo de fotoprotector (preferiblemente un filtro físico) en el dorso de las manos o cara.

En lactantes menores de 6 meses se recomienda NO utilizar crema fotoprotectora

A partir de los 6 meses, pueden utilizarse cremas solares para proteger las zonas descubiertas. Las marcas comerciales más conocidas tienen gamas específicas para niños, que suelen caracterizarse por carecer de perfumes, alcohol y no contener sustancias que puedan originar alergias cutáneas. En niños con dermatitis atópica grave o pieles extremadamente sensible, tendente a la dermatitis de contacto es recomendable utilizar fotoprotectores con filtros físicos (también llamados inorgánicos) frente a los químicos (u orgánicos).

Aunque una crema sea «resistente al agua» debe reaplicarse con frecuencia

Es frecuente que en los productos de fotoprotección infantil se incide en que son «resistentes al agua», este término no debe llevarnos a la confusión de pensar que no deben aplicarse tras los baños; es imprescindible reaplicar los fotoprotectores con frecuencia aproximada de 2 horas y tras cada baño.

¿Qué PRENDAS DE PROTECCIÓN SOLAR deben usar?

Independientemente de la gran efectividad de los fotoprotectores actuales, las recomendaciones europeas de 2006 (matizadas en 2009) resaltan la necesidad de no exponer a los niños directamente al sol así como  la de usar medidas añadidas al fotoprotector tópico.

ropaPor esto es saludable que los niños utilicen gorros si están expuestos al sol. Lo óptimo es que sean sombreros alados,que pueden ayudar a proteger la nuca y las orejas.

Además, para complementar la protección solar pueden utilizarse camisetas u otros textiles (sombrillas, por ejemplo) con el fin de frenar el paso de UV de una forma más estable y permanente que los fotoprotectores tópicos. Para medir la efectividad de los tejidos a la hora de frenar el paso de los UVA y UVB, se ha creado el índice UPF (UV Protecting Factor), paralelamente al SPF de los fotoprotectores (que solamente mide el UVB). El UPF se clasifica en protección buena (UPF 15-24), muy buena (UPF 25-39) y excelente (UPF 49-50+). Un UPF 50+ indica que como mucho 1 de cada 50 rayos UV atraviesa el tejido, lo cual supone más de un 98% de protección.

Las fibras sintéticas, nuevas, tupidas y los colores oscuros protegen más frente a UV que las fibras naturales, elásticas y los colores claros

El UPF depende de los siguientes factores:

  • composición de las fibras textiles: las sintéticas en general protegen más que las fibras naturales (poliéster más que algodón, por ejemplo).
  • densidad del tejido: los tejidos más densos protegen más.
  • color: los colores oscuros proveen de mayor protección que los claros.
  • elasticidad: a mayor elasticidad, menor protección.
  • humedad: algunas prendas pierden capacidad de bloquear los UV al mojarse.
  • conservación: las prendas más gastadas o viejas, pueden tener menor protección que las nuevas.
  • protección específica: existen tejidos tratados con productos químicos específicos para proteger el UV (como las que comercializan algunas marcas deportivas).

En general, en los niños, cuanto menos sol, mejor, ya que la exposición solar en la infancia y las quemaduras pueden repercutir en el riesgo futuro de cáncer de piel. En cualquier caso, existen numerosos recursos que nos permiten llevar a cabo una adecuada fotoprotección sin que los niños tengan que privarse de sus juegos o sus baños veraniegos.

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