3 claves básicas sobre los protectores solares que debemos conocer

fotoprotección

En verano sabemos que debemos usar fotoprotección para no quemarnos y evitar el cáncer de piel. Pero ¿sabemos qué grados de fotoprotección hay? ¿conocemos sus características? Aquí van algunas claves que espero que os sirvan…

1.- ¿Qué es el «factor de protección solar» (SPF)?

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El factor de protección solar, que suele representarse como SPF  (del inglés, Sun Protection Factor) es una cifra obtenida mediante una compleja ecuación matemática que relaciona parámetros de la radiación solar con los parámetros del fotoprotector que se esté estudiando.

Representa la capacidad que tiene un fotoprotector de retrasar la aparición de lo que técnicamente llamamos «eritema solar». En palabras llanas, mide la capacidad que tiene para retrasar el ponernos rojos o quemarnos tras la exposición solar.

A la superficie terrestre llegan dos tipos de rayos ultravioleta (UV) provenientes del sol: los UVA y los UVB.  Tradicionalmente se ha achacado el cáncer de piel al UVB (aunque se sabe que el UVA es igualmente dañino). Además, el color rojo en la piel o eritema solar está fundamentalmente causado por los UVB (aunque también en parte por los UVA), por lo que el SPF mide fundamentalmente la protección frente a éstos.

El SPF mide fundamentalmente la protección frente a UVB

En cualquier caso, en la Unión Europea, se exige que todo fotoprotector lleve un factor de protección frente a UVA de al menos un tercio del SPF (ya que los UVA también son dañinos, no sólo los UVB)

2- ¿Cuál es la capacidad de protección según el SPF?

Como podéis ver en la gráfica, a partir de un SPF 15, la protección frente a los UVB (y algo de UVA) es cercana al 100%.  De esta manera, una crema con SPF 15 bloquea el 93% de la radiación; un SPF 30 bloquea el 97% y el SPF 50, el 98%. Se denomina SPF 50+ a los fotoprotectores que bloquean más del 98% de la radiación. Factor de protección solar-SPF

En Europa no se recomienda comercializar fotoprotectores con cifras por encima del 50+, pues podrían llevar a confusión ya que todos los fotoprotectores  con SPF mayor tienen un grado de protección casi idéntico. En cualquier caso, veréis que algunas marcas los siguen comercializando, probablemente por una cuestión de marketing, ya que dan una falsa impresión de mayor protección.

Los fotoprotectores con SFP mayor que 50+ no tienen diferencias significativas respecto a éste

Podríamos pensar que no existe grandes diferencias entre usar un factor de SPF 15 y uno de 50% ya que ambos bloquean más del 90% de la radiación UVB.  Sin embargo, el vídeo que incluyo al final en este post deja claro que tras tiempo de usar el de menor protección el daño en la piel será mayor. Echadle un ojo, que merece la pena.

3.- ¿Cuánta cantidad de fotoprotector debemos aplicarnos?

Las recomendaciones de aplicación son de 2mg/cm2 de piel. Para un adulto que tenga que aplicarse por toda la superficie cutánea (por ejemplo en la playa), esto corresponde a unos 30ml (aprox un vaso de chupito). Normalmente no se suelen cumplir estas recomendaciones de aplicación, por lo que, sabiendo que probablemente no lo estemos haciendo «del todo bien», es recomendable utilizar en todos los casos el factor de protección mayor (SPF50+).

El volumen de fotoprotección necesario para nuestra superficie corporal es el correspondiente a un vaso de chupito. 

El fotoprotección debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición al sol y reaplicarse cada 2 horas máximo mientras dure la exposición.

 

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