Las lámparas de manicura y riesgo de cáncer de piel

Está de moda llevar las uñas pintadas. Tal vez tú tengas este hábito y tal vez estés encantada con los esmaltes permanentes que pueden durar hasta 3 semanas y son súper cómodos. Sabes que cuando te lo aplican en el salón de belleza utilizan una lamparita para acelerar su secado, y probablemente estés al tanto de que estos aparatos emiten radiación UVA.

Te he hablado en numerosas ocasiones en el blog ( y también en mi libro) sobre los efectos perjudiciales de los rayos del sol, entre ellos los UVA. También compartí en su momento los efectos perjudiciales de las lámparas UVA, que están incluidas en la categoría I de carcinógenos en el listado de la IARC.

Entonces, si el UVA es tan malo para la piel ¿hay algún problema en utilizar las lámparas de secado para esmaltes de uñas?

Al parecer, no existe regulación alguna sobre la comercialización de las lámparas utilizadas en los salones de belleza. Estos aparatos pueden adquirirse fácilmente a pie de calle o en plataformas como Amazon.

Por otro lado, la realidad es que hay casos descritos en la literatura médica de cáncer de piel en las manos, que probablemente se deban a estas lámparas, porque aparecieron en personas sin antecedentes de cáncer, que no tomaban medicamentos inmunosupresores (los cuales aumentarían el riesgo de cáncer de piel) o no habían abusado del sol.

Por este motivo, algunos investigadores intentaron calcular cuánta radiación UVA recibía una persona que se pintaba las uñas con este tipo de esmalte de forma habitual, y si esto suponía algún riesgo.

Los primeros en hacer estos cálculos encontraron que en menos de 10 minutos, una persona que se hiciera la manicura en un salón de belleza, recibía la misma radiación UVA que la recomendada para un día entero en las personas que trabajan al aire libre según la International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection americana.  Por ello, aconsejaban tomar medidas al respecto.

Sin embargo, dos años después, en 2015, otros autores publicaron que las mediciones realizadas por los primeros eran incorrectas, y que el uso de las lámparas UVA para secado de uñas no entrañaba riesgo alguno.

Para continuar la polémica los primeros autores les contestaron justificando sus cálculos y comentando que les preocupaban los efectos del UVA no tanto durante la sesión de manicura, sino durante las horas y días siguientes. Estos insistían en que sería recomendable realizar estudios serios para valorar los riesgos de este procedimiento.  Todo esto ocurría en la JAAD, una de las revistas americanas más potentes de dermatología, por lo que es de tener en cuenta tanto a unos autores como a otros. Además, en la revista Nature se publicó un estudio experimental en que el que se demuestra el efecto dañino de los UVA provenientes de lámparas de manicura, que causan un marcado estrés oxidativo y mutaciones en el ADN de las células expuesta.

Yo no soy experta en fotobiología, y mucho menos me siento en condición de enjuiciar el trabajo de ninguno de estos expertos.  A falta de estudios completamente concluyentes, prefiero guiarme por el sentido común.

Una carta publicada en la revista JPRAS en  2016 va en esta línea. Ellos recomiendan, sencillamente por prevención y sabiendo lo que sabemos sobre el UVA y el cáncer de piel,  incluir una crema con fotoprotección sobre la piel de las manos o los pies en la rutina de la manicura o pedicura, de la misma manera que se utilizan cremas hidratantes.

Una conclusión desde el sentido común y sin ánimo de alarmar a nadie: 

Sabemos que los rayos UVA causan cáncer de piel y que cualquier dosis que recibamos en nuestra piel se suma a las recibidas directamente desde el sol; recuerda que la piel tiene memoria.

Es probable que la dosis de UVA recibida tras una manicura sea baja y no tenga grandes efectos a largo plazo. Sin embargo, a falta de estudios concluyentes sobre los efectos y la regulación de estas lámparas, me parece que es sensato utilizar protección solar (con cobertura UVA, por supuesto) antes de la sesión de manicura.  Cuesta muy poco, y esa prevención que nos llevamos con ello, ¿no te parece?

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4 Comentarios

Blanca 6 diciembre, 2018 - 19:39

Me parece muy interesante, no es un tema que hubiera pensado que se han realizado estudios y visto lo visto, era necesario.

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CARMEN MORMENEO CORTES 6 diciembre, 2018 - 22:41

Gracias Lorea por ser a la vez tan científica, tan clara y honesta. Me resulta muy fácil decidir con total seguridad: hacerme la permanente solo en situaciones muy concretas y ponerme en ese caso crema fotoprotectora. Lo explicas de forma tan sencilla pero rigurosa… Gracias!

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Dra. Lorea Bagazgoitia 8 diciembre, 2018 - 18:16

Gracias Carmen!!

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CARMEN MORMENEO CORTES 6 diciembre, 2018 - 22:42

Gracias Lorea por ser a la vez tan científica, tan clara y honesta. Me resulta muy fácil decidir con total seguridad: hacerme la permanente solo en situaciones muy concretas y ponerme en ese caso crema fotoprotectora. Lo explicas de forma tan sencilla pero rigurosa… Gracias!

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