Siendo mujer, la lucha contra el acné puede complicarse algo más que en los hombres. El acné hormonal podemos considerarlo en mucha ocasiones algo crónico, que puede requerir un seguimiento a largo plazo. Abordaremos en este artículo sus causas y la mejor manera de tratarlo.
¿Qué es el acné hormonal?
En realidad este término no es el que utilizamos en la jerga médica, cuando lo solemos denominar más precisamente «acné de la mujer adulta». Se utiliza este diagnóstico en mujeres en quien el acné aparece o se alarga más allá de los 25 años. No obstante este límite de edad puede ser algo arbitrario, pues muy posiblemente el enfoque en una mujer de 23 o 24 años sea exactamente el mismo.
Aunque pueden estar por toda la cara, habitualmente en el acné hormonal los granitos se ubican en la zona del mentón y la mandíbula. Pueden ser pequeños (tipo espinilla ), más inflamatorios , con cabecita blanca (pústula) o incluso profundos y dolorosos (nódulos).
En ocasiones puede guardar relación con el ciclo, empeorando unos días antes de la menstruación. En otros, no se observa esta relación.
¿Por qué aparece el acné hormonal?
El acné hormonal puede aparecer en una mujer que previamente no lo parecía o prolongarse desde la adolescencia. En cualquier caso, su frecuencia siempre va decreciendo con el paso del tiempo. De este modo, se calcula que la mitad de las mujeres en la veintena tiene acné, mientras que las cuarta parte lo padecerán en sus treinta. Más del 10% de las mujeres mayores de 40 años también padecen acné.
Las causas fundamentales del acné en mujeres adultas son las mismas que en el acné de los adolescentes:
- hiperqueratinización del folículo
- exceso de sebo
- presencia de la bacteria cutibacterium acnes en el poro
- inflamación
La particularidad en este caso, y es el motivo por el que se llama «hormonal», es que se ha visto que en situaciones en que aumentan los andrógenos (hormonas masculinas) ya sea por un medicamento (por ejemplo, ciertas píldoras anticonceptivas) o por una enfermedad (síndrome del ovario poliquístico) el acné empeora. Las hormonas masculinas (andrógenos, que las mujeres también tienen en su sangre, producidas por el ovario o la glándula suprarrenal) activan la secreción de sebo en los poros, lo cual facilita la formación de granitos.
Sin embargo, curiosamente, la mayoría de mujeres con acné más allá de los 25 años tienen niveles de hormonas normales. De hecho, en la mayoría de ocasiones no solicitamos ninguna analítica. Esto hace pensar que sea la propia glándula sebácea la quees más sensible y hace que teniendo un nivel de hormonas normal, se produzca más sebo, induciendo el acné.
Existen también otros factores que pueden influir como el estrés, la contaminación, el ciclo menstrual, el tabaco o el uso de cosméticos muy grasos.
¿Influye la alimentación en el acné hormonal?
Hasta hace algunos años los dermatólogos negábamos que lo que uno comiera pueda influir en el acné. Sin embargo hoy sabemos que tanto las dietas con carga glucémica elevada como aquellas ricas en lácteos pueden empeorar las características del acné.
¿Esto significa que comiendo bien se te curará el acné? pues probablemente no, en general para controlarlo es preciso un tratamiento médico. No obstante una dieta sana, rica en frutas, legumbres, verduras y pescado minimizará el carácter inflamatorio del acné y sus brotes. Es por ello una alimentación saludable es un complemento excelente para el tratamiento.
¿Cómo curar el acné hormonal?
Para un acné de origen hormonal es importante cuidar en primer lugar siempre la rutina cosmética, con una adecuada higiene cutánea y productos exfoliantes como complemento. Podemos usar exfoliantes físicos o químicos (ácido salicílico , alfa-hidroxiácidos).
Según el grado de inflamación y la extensión del mismo, el tratamiento médico irá orientado en un sentido u otro. En aquellas mujeres que tengan lesiones no muy inflamatorias, se puede enfocar solo de forma tópica, combinando retinoides, peróxido de benzoilo y una rutina cosmética adecuada. Los productos tópicos con antibiótico deben usarse solo durante períodos cortos de tiempo (no más de 3 meses).
Sin embargo, cuando los granitos tienen más inflamación o afectan a una superficie extensa del rostro y el cuello, enfocamos el tratamiento con medicamentos por vía oral (anticonceptivos, espironolactona, isotretinoína, antibiótico…).
La estrategia terapéutica será en general es a largo plazo y debemos considerar el acné de la mujer adulta algo cŕonico. Si hacemos tratamientos de forma puntual durante pocas semanas, lo más habitual es que, aunque observemos una mejoría inicial, el acné reaparezca posteriormente.
Hacer un enfoque a largo plazo con recursos para controlar los brotes de granitos y mantener una piel limpia sin imperfecciones suele ser en mi experiencia un acierto. En cualquier caso, el tratamiento siempre ha de personalizarse en cada mujer en función de sus necesidades, preferencias y evolución particular.