Estamos en la época en que más ímpetu hacemos los dermatólogos sobre la importancia del protección solar. Siempre te recuerdo que protegerse del sol no es sencillamente utilizar crema solar, sino también evitar las horas punta, valerse de sobreros y de prendas UPF o buscar una buena sombra.
Sin embargo, las cremas son un aliado excelente para bloquear el efecto de la radiación UV sobre la piel expuesta y que no podemos proteger de otro modo. Me parece interesante desmontar por este motivo 3 mitos que pueden muchas veces llevar a confusión a la hora de usar la crema solar durante las vacaciones.
1-Tienes que ponerte la crema de protección solar 30 minutos antes de exponerte al sol –>FALSO
Seguro que has leído y visto esta recomendación en un montón de panfletos informativos. Sin embargo, en contra de lo que se pensaba y recomendaba hace algunos años, hoy sabemos que los productos de fotoprotección son efectivos a los pocos minutos de su aplicación sobre la piel y no es precisa ningún tipo de espera para la “activación” de los mismos.
Esto lo demostraron un grupo de investigadores malagueños hace algunos años. Te hablo de ello en este artículo.
Desde una perspectiva puramente práctica , por el contrario, esta recomendación sí tiene bastante sentido. Aplicar el fotoprotector en casa, tranquilamente antes de exponernos en la playa o la piscina probablemente permita una aplicación más homogénea y meticulosa del producto, lo que llevaría a una mejor prevención del daño solar. No es lo mismo aplicar un spray de protección solar de forma rápida antes del primer baño sobre la piel sudada, que cubrir paso a paso toda la superficie de la piel seca, sin sudor, con una crema fluida.
2-El factor de protección solar indica los minutos que podemos estar al sol –>FALSO
Se trata de una creencia muy extendida, pero la idea de que un factor de protección solar (FPS) de 20 protege durante veinte minutos no puede ser más equivocada.
El FPS es el índice que refleja la capacidad de un fotoprotector de bloquear los rayos ultravioleta B (UVB), que son los causantes de las quemaduras solares.
De este modo, el FPS indica el número de veces por el cual se multiplica la dosis eritematógena mínima, es decir el tiempo en que la piel tarda en ponerse roja a consecuencia del sol, usando un fotoprotector frente a la exposición sin él. De tal modo que si normalmente, sin crema solar, nos quemaríamos al sol en 10 minutos, con un FPS 20 tardaríamos 200 minutos en que nuestra piel se queme con la misma intensidad solar.
No obstante, debido a que fruto del sudor, de los baños y de la propia fisiología cutánea el protector solar puede eliminarse progresivamente de la superficie de la piel, siempre se recomienda su aplicación cada 2-3 horas.
3-Un FPS 100 protege el doble que un FPS 50 –>FALSO
En la farmacia se presentan fotoprotectores con FPS de un rango muy amplio. Cuando buscarmos un buen producto de protección solar es lógico que nos decantemos por el de 100 frente a valores inferiores (por ejemplo 50), pues al ser una cifra mayor, entendemos que protegerá más frente al sol. Lo razonable parece pensar que el FPS 100 nos protege el doble que el de 50.
Aunque aunque este planteamiento tienen sentido y es cierto , la diferencia entre ambos en cuanto a fotoprotección no es el doble, sino mucho más pequeña (como puedes ver en la imagen inferior) tanto que se considera despreciable por los expertos.
Se sabe que un FPS 50 es capaz de filtrar el 98% de los rayos UVB , por lo que a partir de ahí, por mucho que aumente el valor de FPS, no existe gran margen de optimización de la protección. Además, los expertos en la materia reconocen la dificultad en medir esa diferencia tan sutil en cuanto a efectividad. Por este motivo los organismos reguladores de la UE promueven el etiquetado FPS 50+ como el máximo y desaconseja la comercialización de productos con FPS mayores.