3 cosas que no debes decir a tu familiar o amigo con dermatitis atópica

picor dermatitis atópica

1.»No te rasques«

Este es el consejo más habitual que se les da a las personas con dermatitis atópica. En la consulta los acompañante de las personas que la padecen muchas veces me piden que le diga al paciente que no debe rascarse…y lamentablemente para ellos, no apoyo su argumento.

Muy probablemente, si tú sintieras el mismo picor que en algunas (o muchas) ocasiones sienten las personas con dermatitis atópica, entenderías que es prácticamente inevitable rascarse. Decirle a tu amigo que no lo hagan no lleva a ninguna parte.

Lo oportuno en estas situaciones, es buscar el mejor tratamiento para controlar los brotes cuanto antes. Una vez tratado el brote adecuadamente, la piel picará menos y como es natural, esa persona se rascará menos.

2.»Lo que tienes es la piel muy seca: ponte crema hidratante»

La dermatitis no es simplemente «piel seca«.

Las personas que la padecen saben que la crema hidratante les ayuda mucho mantener sus brotes a raya. Es la mejor forma de reponer la barrera lipídica que es defectuosa en las personas con esta enfermedad.

Sin embargo la solución a sus brotes va más allá y necesita de medicación. De hecho la crema hidratante sobre las zonas de dermatitis suele escocer o doler y más que aliviar, empeora la situación.

3.»Usa la crema de corticoides cuando estés ya muy mal, que no hay que abusar»

Las cremas de corticoides son el tratamiento básico para la dermatitis. Efectivamente, no hay que abusar, pero sí hacer un uso sensato que ahorre todo el malestar posible. No tiene sentido retrasar su aplicación a cuando uno «está mal», porque pasa muchos días «mal» antes de ese momento en que inicie el tratamiento.

Además, así más días usará la crema. Si el tratamiento se inicia cuanto antes, mejor se encontrará desde el principio, y, probablemente, menos días de tratamiento necesitará.

Los efectos secundarios de las cremas de corticoides utilizados con responsabilidad y bajo supervisión médica son casi inexistentes y el peso del beneficio los sobrepasa con creces.

¿Habías cometido alguno de estos errores?

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