Hace tiempo que no publicaba ningún post en relación con nuestro proyecto en Tanzania; así que hoy para retomar el tema, os contaré la historia de cómo el Jesús Cuevas (médico patólogo) y Gerardo Patiño (técnico en Anatomía Patológica) crearon un laboratorio partiendo de la nada. A ellos les dedico estas líneas.
El Dr. Cuevas y Gerardo Patiño crearon un laboratorio de Anatomía Patológica con sus propios recursos
La Anatomía Patológica es la especialidad médica dedicada al estudio de biopsias y muestras extirpadas durante cirugías » al microscopio», entre otros. El Dr. Jesús Cuevas es especialista en Dermatopatología (la Anatomía Patológica, para estudio de enfermedades y tumores de la piel, específicamente) y, dicho sea de paso, mi director de Tesis. Gerardo es quien procesa (mediante el uso de unas maquinitas y unos tintes para teñir la piel) las muestras con el fin de que Jesús las estudie.
En nuestro caso en concreto, durante los talleres quirúrgicos en Tanzania, contar con su apoyo es de especial interés porque nos ayuda a confirmar el diagnóstico de muchos de los tumores que queremos operar, y una vez operados nos confirma que están totalmente curados. Si un tumor de los que presentan las personas albinas no se extirpa del todo, es fácil que vuelva a crecer, y por tanto, a pesar de haber sido el operado, el paciente sigue teniendo riesgo de que el tumor se expanda y metastatice, reduciendo su esperanza de vida.
Los tumores deben extirpase totalmente para considerar que se ha curado el paciente. Sin la ayuda de un patólogo no tendríamos la certeza de esa eliminación completa.
El RDTC, centro de Dermatología donde habitualmente trabajamos, pertenece al KCMC, uno de los 3 hospitales de referencia de Tanzania (cubre a 1/3 de la población, unos 13 millones de personas) dispone habitualmente de un único patólogo (¡como mucho!), y éste suele ser patólogo general, no especializado en piel. Ante esta situación, los dermatólogos del RDTC, no tenían la opción de diagnosticar, y por tanto tratar adecuadamente infinidad de enfermedades de la piel que normalmente se diagnostican gracias a la información que nos aporta el patólogo. Por otro lado, en el ámbito del cáncer de piel, que es lo que atañe especialmente a los pacientes albinos, los dermatólogos, aun adquiriendo las aptitudes quirúrgicas para operar a sus pacientes, rara vez disponían de la confirmación de que el tumor estaba completamente extirpado.
Pues bien, en marzo de 2009 Jesús nos acompañó en uno de nuestros primeros talleres quirúrgicos y ahí empezó su aventura. De esa fecha en adelante, junto con Gerardo, han ido aportando material fundamental para el funcionamiento de un laboratorio de Anatomía Patológica (llevando aparatitos varios desmontados en maletas y montándolos de nuevo en Tanzania con una paciencia infinita), que hoy en día es equiparable a cualquier da de nuestros hospitales.
Al igual que en la parte quirúrgica, el Dr. Jesús Cuevas, con la ayuda de Carmen Carranza, imparte clases teóricas y prácticas sobre Dermatopatología a los residentes del RDTC, lo cual está haciendo que sean capaces de procesar biopsias por ellos mismos, y en algunos casos diagnosticarlas.
El Dr. Cuevas forma a dermatólogos locales en Dermatopatología para que sean capaces de realizar diagnósticos de forma autónoma
Si esto último no es posible, la tecnología de hoy día puede permitir que sea el propio Jesús quien haga el diagnóstico desde España. Éste es el nuevo proyecto que tienen ahora entre manos, que parece que en unos meses se hará realidad…
Lo cierto es que los avances en este campo son lentos: conseguir que un servicio con el RDTC pueda contar con un laboratorio permanente de Anatomía Patológica, que funcione de forma contínua, no es tarea fácil. Son muchos los incidentes que hacen que el funcionamiento no sea en todo momento el deseado, pero poco a poco, a pesar de algunos detalles que quedan «por pulir», el balance a lo largo de los últimos 5 años es más que positivo: sólo tenéis que echar un ojo a la foto del nuevo laboratorio de Anatomía Patológica del RDTC…