La dermatitis atópica no es solo cosa de niños. Lo adultos pueden también padecerla; ya sea porque viene desde la infancia o porque ha debutado en la edad adulta.
A pesar de tratarse de la misma enfermedad, sabemos que sus características van cambiando con el tiempo y no todo es exactamente igual en todas las etapas de la vida. En un post de hace algún tiempo te contaba la evolución de la dermatitis según la edad. En el artículo de hoy, basándome en esta reciente publicación de la prestigiosa revista Pediatric Dermatology te cuento cuáles son las diferencias más claras entre la dermatitis en niños y adultos.
SÍNTOMAS IGUAL DE FRECUENTES EN NIÑOS Y ADULTOS
El síntoma más relevante de la dermatitis atópica es indudablemente el picor. Este es consecuencia de los brotes de eczema y puede interferir de forma clara en el día a día de las personas con dermatitis. Es frecuente que aumente la irritabilidad y altere el sueño. El picor es un común denominador en esta enfermedad y su presencia es habitual tanto en niños como adultos.
Por otro lado, tanto niños como adultos tienen la piel seca. Sobre esta piel con un manto lipídico defectuoso (originada por defectos estructurales en la piel, como te explicaba en este artículo) aparecen los típicos brotes de rojez y descamación. Las ubicaciones más frecuentes a todas las edades son las flexuras, así como la cabeza y el cuello.
No es rara tampoco que las personas con dermatitis, ya sean niños o adultos tengan más facilidad para las infecciones en la piel.
La existencia de un antecedente familiar de dermatitis también es habitual en ambas franjas de edad.
Por otro lado, tampoco hay diferencias en cuanto a la presentación de intolerancia a los tejidos sintéticos o lana.
MÁS FRECUENTE EN NIÑOS
Las alergias alimentarias son más frecuentes en niños que en adultos con dermatitis atópica. Las más características son la leche, el huevo, el trigo, la soja y el cacahuete. No obstante, siempre es importante recordar que los alimentos muy rara vez son la causa de los brotes de dermatitis. De hecho se piensa que es la sensibilización a través de la piel defectuosa que caracteriza a esta enfermedad es el posible origen de la alergia alimentaria.
Por otro lado, la dermatitis de los niños suele tener una presentación «aguda», la cual se caracteriza por rojez, aparición más rápida y exudación en las zonas de eczema. Aunque es frecuente que la dermatitis afecte a la cara en casi todas las franjas de edad, en los niños pequeños y bebés suele tener una localización alrededor de la boca en los meses de babeo (de causa irritativa). La afectación de los párpados y orejas también es más frecuente en niños.
Las pitiriasis alba, también llamada dartros, es característica de la dermatitis de la infancia. Se trata de la aparición de manchitas blancas , habitualmente en verano, especialmente en niños de piel morena.
MÁS FRECUENTE EN ADULTOS
Los adultos tienen características de dermatitis crónica. El largo tiempo de evolución de la enfermedad queda muchas veces reflejado en su piel como el fenómeno de «liquenificación» o «prúrigo». En ambos casos se observa un engrosamiento de la piel, que se asemeja a la piel de elefante y que es consecuencia del rascado crónico de la piel en esa zona.
El eczema de manos también es frecuente en los adultos. Este muchas veces adopta la forma de eczema dishidrótico, que se manifiesta como la agrupación de pequeñas vesículas en los laterales de los dedos, así como las palmas.
Este ha de diferenciarse de una dermatitis alérgica por contacto. Las personas con dermatitis, especialmente adultos tienen una mayor tendencia a sensibilizarse (hacersee alérgicos) a diversas sustancias, y este puede ser también el origen del eczema de manos. En casos de sospecha es importante realizar el diagnóstico mediante pruebas del parche.