En el post sobre nuestra experiencia en Tanzania, mencioné el Albino Outreach Project. Bien, hoy me gustaría dedicarle algunas líneas más.
El albinismo es especialmente frecuente en el norte de Tanzania, en la región del Kilimanjaro. Más de mil personas con albinismo viven en pequeñas aldeas esparcidas en las faldas de la montaña más alta de África, en sitios remotos en muchos casos, y con difícil acceso a la atención médica. Es ahí donde los dermatólogos del Regional Dermatology Training Centre (RDTC) desarrollan su labor.
El Albino Outreach Project es un programa de seguimiento específico para personas albinas que lleva desarrollándose más de 30 años. Se trata de un programa mediante el cual dermatólogos y enfermeras del RDTC se desplazan cada 6 meses a diferentes puntos de la región del Kilimanjaro con el fin de pasar consulta y revisar la piel de las personas albinas. La primera vez que tuve ocasión de participar en este admirable proyecto fue en 2008 y la estampa me dejó muy impactada.
Las revisiones de las personas albinas se llevan a cabo en modestos centros de salud dispersos por las faldas del Kilimanjaro. Ahí se examina uno a uno a todos los pacientes. Se observa su piel cuidadosamente, buscando indicios de daño por el sol, como pueden ser pequeñas queratosis actínicas (lesiones precancerosas) o tumores cutáneos (cáncer de piel) .
En muchos casos, el tratamiento las lesiones precancerosas o queratosis actínicas se hace durante la misma visita, utilizando nitrógeno líquido. En cambio, aquellos pacientes con algún cáncer de piel, son derivados al RDTC para ser operados.
Lo más importante de estas visitas es la labor de educación que ejercen tanto médicos como enfermeras explicando pacientemente la repercusión de la exposición solar en su piel, el porqué de tener la piel tan sensible y las medidas que deben tomar para protegerse. De esta manera, se les entregan gorros, gafas de sol, ropa de manga larga y cremas de protección solar.
Las cremas de protección solar que ser repartían hasta hace relativamente poco provenían de donaciones extranjeras, sin embargo hoy día se fabrica la crema en el propio RDTC. Esto es gracias a Mafalda, una farmacéútica gallega con un empuje y entusiasmo como pocos he conocido. Pero esta es otra historia; historia que sin ninguna duda requerirá de un post en exclusiva…