No son pocas las investigaciones que en los últimos años se han centrado en el estudio de los probióticos para el acné. Pero, ¿por qué?
Verás, la superficie completa de nuestra piel está cubierta por microorganismos (bacterias, hongos, ácaros y virus). El conjunto de todos estos seres vivos que viven en simbiosis con nosotros recibe el nombre de microbiota. Igualmente, nuestro intenstino está poblado por microorganismos. Curiosamente nuestro cuerpo tienen más células no humanas que humanas. Es decir mayor número de bacterias que células conformando la estructua de nuestro cuerpo y órganos.
Cada vez está más demostrado que existe cierta interacción entre el nuestra microbiota y ciertas enfermedades de carácter inflamatorio. En el caso del acné, los estudios fundamentalmente se han centrado en la microbiota de la piel, más que la intestinal. Te cuento qué sabemos actualmente sobre este tema.
Qué son los probióticos para el acné
Como te comentaba, nuestra piel está cubierta por microorganismos. La colonización por bacterias la adquirimos en el nacimiento y va modificándose a lo largo de la vida. Por otro lado, estos están distribuidos de diferente manera según la parte del cuerpo. Por ejemplo, no encontraremos las mismas bacterias en las zonas más grasas (frente, cuero cabelludo, pecho) que en las húmedas (axilas, ingles, plantas de los pies) o secas (antebrazos, piernas, glúteos).
La bacteria más vinculada con el acné y que vive específicamente en las zonas más seborreicas de nuestro cuerpo es cutibacterium acnes (c. acnes, antes llamada propinibacterium acnes). Esta tiene un papel importante en la aparición de granitos, tanto en el acné adolescente como en el acné hormonal de mujeres adultas.
Esta bacteria vive en el folículo piloso, más cómodamente cuanto más sebo haya en él. Además, puede inducir cierta inflamación, que es lo que origina la aparición de granitos rojos o pústulas.
Por otro lado staphylococcus epidermidis (s. epidermidis) es otra bacteria que habita permanentemente neustra piel. Esta se ubica sobre todo en las axilas, la cabeza y las fosas nasales. La presencia de esta bacteria es importante de cara a compensar un equilibrio con c. acnes y otras bacterias, como staphylococcus aureus, implicada en la dermatitis atópica.
Cuando existen desequilibrios entre las poblaciones de bacterias, decimos que se una da una disbiosis. Los probióticos para el acné serían microorganismos vivos con capacidad de corregir esta disbiosis. En el momento actual se están realizando estudios bajo este supuesto, en su mayoría son de administración oral o tópica.
Cómo funcionan los probióticos para el acné
Se piensa que mediante su efecto en la microbiota intestinal, los probióticos podrían disminuir la inflamación en la piel o reducir la resistencia a la insulina. Estos dos efectos podrían ser beneficiosos para el acné. Por un lado, la menor inflamación reduciría el grado de rojez y dolor en los granitos. Por otro lado, la reducción en la resistencia a la insulina hará que la piel produzca menos sebo y esto indirectamente podría mejorar el acné.
A nivel tópico la aplicación de productos con ciertos tipos de microorganismos podrían ayudar a regular la microbiota. De este modo reducirían la cantidad de c.acnes y de esta manera disminuyendo la formación de lesiones de acné.
Son efectivos los probióticos para el acné
Lo expuesto en el punto anterior tiene sentido desde una perspectiva teórica. En esta línea se han realizado algunos estudios con probióticos que incluían diferentes cepas de una bacteria llamada lactobacillus. Todos parecen mejorar la gravedad del acné.
A nivel tópico, un estudio mostró mejoría de la producción de sebo tras 4 semans de uso de postbiótico formado por un lisado de lactobacillus plantarum fermentado. En este caso el cosmético no contiene bacterias, sino fragmentos de las mismas.
Cuál es el mejor probiótico para el acné hormonal
Los resultados optimistas que se han obtenido con el uso de probióticos orales y postbióticos tópicos en los trabajos mencionados anteriormente son alentadores. Sin embargo, todos ellos han sido realizados con un número escaso de pacientes (solo uno incluye más de 100 casos). Por tanto la evidencia actualmente es escasa.
Por otro lado existe variabilidad en la composición de los probióticos utilizados, lo cual hace más difícil aún extraer conclusiones claras en cuanto a la efectividad o superioridad de unos frente a otros.
En conclusión:
Es posible que en un futuro podamos valernos de los probióticos para la mejoría del acné pues algunos estudios apuntan a su efectividad. No obstante aún no disponemos de evidencia científica suficientemente concluyente como para recomendar su uso de un modo sistemático.
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