La dermatitis atópica es una enfermedad crónica caracterizada por un componente inflamatorio asociado a una disfunción en la barrera cutánea que ha aumentado su frecuencia en los últimos años. Su frecuencia varía según las regiones, pero se calcula que hasta 1 de cada 5 niños puede padecerla.
En la mayoría de los casos, la dermatitis atópica es un cuadro leve, y controlable con unas medidas básicas. Sin embargo en algunos casos de niños (y también adultos) puede ser una enfermedad realmente limitante con una afectación muy importante en la calidad de vida.
Se considera la primera fase de la conocida como «marcha atópica», según la cual algunos de los bebés que padecen dermatitis atópica pueden desarrollar otras condiciones como la alergia alimentaria, la ritinis o el asma conforme pasan los años. Es por esto que resulta de interés conocer los posibles factores de riesgo que influyan en el desarrollo de dermatitis atópica en los bebés. Su prevención podría igualmente prevenir el desarrollo de otras enfermedades alérgicas a largo plazo.
¿Por qué puede haber una relación entre la cesárea y la dermatitis atópica?
La frecuencia de dermatitis atópica ha aumentado en las últimas décadas. La causa de esto sin embargo no está clara. Se han planteado diferentes hipótesis, siendo una de ellas la relación con el nacimiento mediante cesarea. Esto es debido al aumento observado a nivel global del número de cesáreas que ha ascendido de un 9 al 21 % también en las últimas décadas
Ciertos microorganismos complejos, presentes en la microbiota intestinal tiene un papel importante en el funcionamiento y maduración del sistema inmune durante la infancia. La cesárea, a diferencia del parto vaginal, no ofrece la oportunidad de transferencia de flora de la madre al bebé.
Se sabe que aquellos niños nacidos mediante cesárea tienen un retraso en la adquisición de algunas cepas de bacterias en su microbiota intestinal (bifidobacteriaceae y bacteroidaceae), mientras que otros tipos crecen de forma desequilibrada (enterobacteriaceae y clostridiaceae), hallazgos que se han asociado con un mayor reisgo de dermatitis atópica.
¿Qué sabemos cesárea y dermatitis atópica en 2023?
Hasta hace algún tiempo los estudios publicados sobre este tema, arrojaban resultados inconsistentes.
En 2022 se publico una revisión sistemática y meta-análisis en el que se estudiaba la frecuencia de dermatitis atópica en niños de un año en función del tipo de parto por el que habían nacido.
Estos autores vieron que 28% de los niños nacidos mediante cesárea tenía dermatitis atópica, mientras que solo el 20% de los nacidos por parto vaginal la padecía.
Recientemente se ha publicado otro estudio sueco en el que valoran la repercusión del tipo de parto en la presencia o no de dermatitis en niños menores de 5 años. Se traba de un estudio prospectivo y se observó una relación entre el tipo de parto y la presencia de dermatitis atópica tanto en niños menores de 1 año como de 5 años, siendo el riesgo de dermatitis menor en niños nacidos por parto vaginal. No se vieron diferencias en función del tipo de cesárea (de urgencia o programada).
En conclusión…
La dermatitis atópica es una enfermedad multifactorial cuya frecuencia está aumentado. Estudios recientes avalan que la forma de parto puede cierta tener influencia en el desarrollo o no de dermatitis en los bebés.