Hoy hablaré de una enfermedad de la piel que afecta especialmente a niños. Aunque no sea peligrosa, como bien dice su nombre es «contagiosa», así que cuanto antes la detectemos, mejor. Ahí van unas ideas al respecto…
¿Qué es el impétigo?
El impétigo se presenta como pequeñas ampollas o costras habitualmente comienzan en la cara de los niños. Es igual de frecuente en niños que en niñas, aunque es raro más allá de los 10 años.
Suele verse más en climas húmedos y puede relacionarse con condiciones de escasa higiene o hacinamiento.
Existen dos formas:
- impétigo no-ampolloso: esta es la forma más frecuente de impétigo. Se trata de pequeños granitos que van rompiéndose formando costras con un color amarillento que inicialmente están agrupadas en la misma zona. A estas costras se les suele llamar «costras melicéricas», es decir con aspecto de miel. A lo largo de los día, pueden extenderse a otras zonas del cuerpo, sobre todo si el niño las toca o las rasca. (Más imágenes de impétigo no-ampolloso)
- impétigo ampolloso: afecta habitualmente bebés y característicamente aparece como apollas, más o menos tensas. Son frágiles y conforme se van rompiendo quedan costras rojizas que pueden extenderse si el niño o nosotros las manipulamos. (Imágenes de impétigo ampolloso)
¿Cuál es la causa del impétigo?
El impétigo es una infección causada por dos tipos de bacterias: el staphylococcus aureus y el streptococcus pyogenes. El primero siempre es el causante más frecuente; siempre causa el impétigo ampollos, y participa en la mayoría de impétigos contagiosos.
El impétigo está causado por bacterias que infectan la piel
¿Cómo se diagnostica el impétigo?
Normalmente no es necesario realizar ninguna prueba especial para diagnosticar esta enfermedad, ya que su aspecto es característico en la mayoría de los casos. Debe diferenciarse de otras infecciones de la piel (como herpes, u hongos) y enfermedades inflamatorias o incluso picaduras; por todo esto, es recomendable qeu lo vea un pediatra o dermatólogo.
En ocasiones en que el tratamiento no funcione adecuadamente a la primera o que las lesiones abarquen mucha zona del cuerpo, el dermatólogo podría pedir un cultivo para confirmar la bacteria que ha causado la infección.
¿Cómo se trata el impétigo?
Ya que se trata de una infección por bacterias, el tratamiento debe hacerse con antibiótico. Normalmente es suficiente con usar cremas de antibióticos durante 7-10 días, pero en ocasiones en que los niños tienen muchas costras o ampollas puede necesitarse tratamiento oral (jarabe, sobres, pastillas).
El impétigo debe tratarse con antibiótico
¿Qué riesgos tiene el impétigo?
Como bien dice su nombre, el primer riesgo es el contagio a otras zonas. A estar causado por bacterias, si tocamos la lesión, tenemos riesgo de arrastras dichas bacterias a otras zonas de la piel, con lo que es importante evitar esto, así como lavarse las manos con frecuencia y, si es posible, llevar las costras o heriditas cubiertas.
En rarísimas ocasiones, el impétigo causado por streptococcus (que es el causante menos frecuente), puede originar complicaciones que afecten al riñón o las articulaciones semanas después de haberse curado las lesiones en la piel. Si esto ocurre es recomendable consultar con un pediatra.