La piel sensible, ¿qué es exactamente?

Hoy es un honor para mí presentaros el post elaborado por la Dra. Marta Urech, compañera mía en el hospital Ramón y Cajal. La Dra. Urech, ha elaborado el trabajo final de su Máster en Dermatología Estética sobre la «piel sensible», un concepto que nos vuelve un poco locos a los dermatólogos, pues es muy difícil de definir, y por tanto tratar. Lo que es innegable, es que muchas personas sienten que tienen una piel más sensible de lo habitual, y eso genera inevitablemente cierta preocupación…

Marta Urech

Dra. Marta Urech

Pues bien, para los que tengáis esta preocupación, aquí os adjunto la contribución de la Dra. Urech, una de las personas más actualizada hoy en día sobre este tema. Esperamos que os guste :)…

Cada día, los dermatólogos nos encontramos con muchos pacientes que nos comentan que tienen la piel sensible. Se trata de uno de los problemas más comúnmente referidos, pero también es de los más difíciles de diagnosticar y de manejar. Dada la elevada frecuencia de pacientes que refieren tener piel sensible, muchos dermatólogos no creen que sea una enfermedad, sino más bien una variante de la normalidad, en personas que tienen mayor reactividad a distintos estímulos. Esto se cree debido a que la piel de estas personas es más “permeable” a las distintas sustancias del exterior, con lo que la aplicación de ciertos productos que no son irritantes de por sí, produce molestias. Además de esta alteración en la permeabilidad de la piel, cada vez son más los datos que apoyan la presencia de una alteración en los pequeños nervios que transmiten las sensaciones de la piel.

Se cree que la piel sensible es más permeable a determinadas sustancias y por eso se irrita más fácilmente

Aunque tradicionalmente se ha asociado la piel sensible al sexo femenino (principalmente, por el mayor uso de cosméticos por parte de ellas), las encuestas revelan que la frecuencia de aparición de piel sensible es similar entre hombres y mujeres, y que la proporción de hombres que refieren sensibilidad cutánea va en aumento, asociado especialmente con el afeitado y con el aumento en el uso de cosméticos por su parte. Otros factores que influyen en la aparición de piel sensible son la edad (más frecuente en jóvenes), la raza o los hábitos culturales y de higiene.

piel sensible

 

La clínica de la piel sensible es muy variable entre cada persona, y consiste en síntomas principalmente subjetivos (esto es, sin cambios visibles externamente), que van desde el hormigueo o la tirantez hasta el ardor, el escozor o el picor intenso, cuando la piel entra en contacto con ciertos cosméticos, o cuando se expone al frío, al sol o al viento. Estas sensaciones pueden acompañarse, en ocasiones, de enrojecimiento o descamación de la piel afecta, o de aparición de habones o “ronchas”. Dependiendo de la persona, encontraremos que ciertos productos producen las molestias y sin embargo otros son bien tolerados.

Hormigueo, ardor, escozor, picor, ronchas, enrojecimiento o descamación son los síntomas más frecuentes.

El diagnóstico de piel sensible requiere de atención dermatológica especializada, dado que es fácil confundir los síntomas con otros de enfermedades como la dermatitis atópica, la rosácea o la dermatitis de contacto (“alergia cutánea”). El dermatólogo realizará una historia clínica completa, así como una exploración detallada que descarte estas patologías.

Es importante diferenciar la «piel sensible» de otras enfermedades como la dermatitis atópica, la rosácea o la dermatitis de contacto

El manejo y cuidado de la piel sensible puede suponer un auténtico reto para dermatólogo y paciente, ya que es necesario en primer lugar identificar correctamente los estímulos que reproducen las molestias en cada persona para así evitarlos. Además, habrá que seguir unas normas básicas de cuidados para piel sensible. Pero esto, será objeto de otro post…

También te puede interesar

Deja un comentario